Después de que a Mirai le clavase una flecha roja por la espalda Saki Hanakago, la chica que siempre le ha gustado, ambos se asocian con la intención de evitar que Metropoliman siga haciendo de las suyas en su carrera por convertirse en Dios. Mientras tanto, este, por su parte, “invita” a parlamentar a los restantes 11 candidatos en un polideportivo en el que puede pasar cualquier cosa.